El Museo del Prado tiene abierta la exposición “El Greco y la pintura moderna” desde el 24 de junio, coorganizada con Acción Cultural Española (AC/E) que será inaugurada oficialmente esta misma tarde por S.M. la Reina. La muestra, que cuenta con el patrocinio de la Fundación BBVA, está compuesta por un amplio conjunto de obras que evidencian la determinante influencia del Greco en el origen de la pintura moderna. Entre ellas destacan el Laocoonte y La visión de san Juan del Greco, ambas procedentes de Estados Unidos y que no han participado en la exposición en Toledo, el Entierro de Casagemas de Picasso y la versión que hizo Cézanne de la Dama del armiño del Greco, que viaja por primera vez en España.
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El recorrido por los ocho ámbitos de la exposición revela la complejidad y riqueza de la influencia del Greco partiendo de la fascinación ejercida por el maestro cretense en los artistas franceses más renovadores, como Manet y Cézanne, y en destacados pintores españoles, Rusiñol y Zuloaga, entre otros. Un itinerario que, también, analiza el constante influjo que ejerció el Greco sobre el protagonista y creador de las diversas corrientes que revolucionaron las artes plásticas del siglo XX, Pablo Picasso, y presenta obras de otros artistas que, a partir de su relación con el cubismo, evolucionaron hacia otras propuestas, como André Derain, Robert Delaunay, Diego Rivera y Amedeo Modigliani.
La exhibición de las publicaciones que favorecieron la difusión de la obra del artista cretense – obras de Manuel Bartolomé Cossío, August Mayer, Julius Meier-Graefe y Maurice Barrès, entre otros- ofrecen al visitante el contexto del redescubrimiento del Greco.
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Expresionistas como Beckmann, Macke y Kokoschka; los artistas judíos vinculados a París como Soutine y Chagall; y las poéticas surrealistas de Masson y Domínguez aparecen en la muestra con obras marcadamente influenciadas por la pintura del Greco.
El recorrido aborda, además, la especial relevancia del cretense en la configuración de la pintura moderna en América, donde sus aspectos más expresivos ejercieron una gran fascinación en el mexicano José Clemente Orozco y los estadounidenses Benton y Pollock.
Para finalizar, la muestra explora el impulso transformador del Greco como referencia en las angustiadas figuraciones expresivas de la posguerra europea, según manifiestan las obras de Alberto Giacometti, Francis Bacon y Antonio Saura, algunos de los cuales realizaron homenajes explícitos al artista.