Cocina de fusión, o mejor, cocina española con muchos guiños argentinos e inevitablemente italianos, pero ante todo, de producto, porque en La Dominga (Espíritu Santo, 15) se come lo que se ve.
Con esta filosofía se pusieron al frente de los fogones hace ya siete años los argentinos Micaela Geminiani y Pedro Natale, con el objetivo de que todo el mundo disfrutara tanto como ellos con la gastronomía.
Para conquistar, proponen entre los entrantes Croquetas de boletus al aroma de trufa blanca o la Provoleta italiana con un toque picante a la plancha y propuestas más originales como la exitosa Ensalada de pollo especiado crujiente con hojas verdes, aguacate, tomates secos, salsa de yogurt y ralladura de limón o el Milhojas de verduras a la plancha con queso de cabra gratinado. Y son ya clásicos de la casa platos como el Rabo de toro desmigado con puré de patata o el Vacío de ternera, un corte típico argentino, a la plancha y con patatas fritas. Por supuesto, siempre hay una selección de sugerencias fuera de carta en la que muchas veces, en temporada claro está, hay recetas con setas, ya que a Micaela le encantan. En cuanto a las postres, todos ellos caseros, cabe destacar el Lima pie con helado de coco y confitura de jengibre que representa a la perfección su culinaria.
A su cuidada cocina, en la que cada plato está elaborado con mimo y pasión, se suma una agradable, con algún que otro toque canalla, decoración. Ladrillo visto, vigas de madera originales del edificio y lámparas antiguas contrastan con los innumerables post-it que llenan de vida el gran ventanal de la entrada y con los maniquís, que haciendo honor al nombre del local, la chica, enseña un pecho. El resultado evoca a una taberna de antaño con aires de casa de comidas, con un variopinto ambiente y un trato excelente.
Para todos los días, para después de trabajar y para celebrar eventos
A su interesante carta hay que añadir su irresistible menú de mediodía y en el barrio de Malasaña lo saben, por eso a diario, van tras las propuestas de esta emprendedora y encantadora pareja en los fogones. Por 11,50 euros, incluye primero, segundo, postre o café. Una fantástica opción para conocer su cocina ya que muchas veces combina platos de la carta. Por otro lado, La Dominga también es perfecta para eventos de lunes a miércoles, tanto en horario de comidas como de cenas, y es que a partir de 20 personas cierran el espacio y ofrecen un tentador menú picoteo con barra libre de cerveza, vino y refrescos por 20 euros. Cuentan además con una breve pero atractiva carta de cócteles y destilados perfectos para desconectar tras la jornada laboral y antes de sentarse a cenar.
Fachada La Dominga
La Dominga (www.ladominga.es) abre los siete días de la semana cerrando domingos noche. Su horario es de 13 horas, porque también es el lugar perfecto para picotear algo en su bonita barra con alguno de sus vinos por copas mientras se disfruta de uno de sus pinchos a 2 euros -como Rabo, boletus y queso ahumado o su exquisita Tortilla de patata con cebolla caramelizada-, hasta las 17 y de 20 a 00 horas por las noches. A excepción de los domingos que abre de 13:30 a 17 horas. Con una capacidad total para 36 comensales, está dividida en dos zonas, la de la barra, con 6 mesitas bajas y la del comedor, para ir con más calma y dejarse sorprender mientras el tiempo se detiene. El precio medio es de 25 euros. ¿Domingueamos? Porque La Dominga está pensada para todos.