A sus 70 años de edad y siendo una de las periodistas y escritoras más reconocidas de España, no sólo en el papel sino también en el universo 2.0, Maruja Torres se vio en la encrucijada de tener que abandonar lo que había sido su ‘casa’ durante 30 años: El País.
Frente a esta situación decide hacer balance y viajar entre sus mejores recuerdos para volcarlos en un libro que ahora, un año después de lo ocurrido, presenta bajo el título Diez veces siete. El resultado es una biografía vitalista, armada de sinceridad y maestría narrativa, en la que la autora explota lo que mejor sabe hacer: contar lo vivido.
Aparcas la novela negra y a tu querida Diana Dial para escribir una autobiografía. ¿Cómo se pasa de un interés a otro?
– Siempre he escrito según mi estado de ánimo y haciendo hincapié en temas que me puedan ir bien a mi. Al salir de El País pensé que era el momento oportuno de hacer balance. Este libro es un ajuste de cuentas con mi pasado, tanto profesional como personal, además de un complemento a aquella autobiografía que fue Mujer en guerra.
En Diez veces siete ahondas en situaciones privadas. ¿Cómo ha sido su escritura?
– Ha sido un año de trabajo duro con momentos de mucha introspección personal que han desembocado en que, sin proponérmelo, haya escrito un libro terapéutico. Ahora me siento ligera y feliz. Estoy muy orgullosa del trabajo realizado.
¿Cuánto humor hay en él?
– ¡No falta! Pero no es deliberado. Surge porque en el libro me río de mi misma y de la pomposidad de otros. Es otra etapa.
¿Y quién es Maruja Torres ahora? ¿En quién se ha reconvertido?
– Siempre me reinvento en lo mismo: en alguien que sobrevive y sigue funcionando. El periodismo tradicional ya lo conozco y ahora soy una apasionada de las redes sociales y los medios online. Cada mañana linkeo las cosas que pienso que a la gente le pueden interesar.
Tu profesión es un tema que tratas en el libro. ¿Qué le dirías a los estudiantes de periodismo?
– Que es una profesión muy dura pero no va a morir. Existe muy buen periodismo que se hace con pocos medios. Sólo está en declive esa época de fantasía en la que las grandes empresas ganaban dinero con él. No obstante, les diría que perseveren aquellos que tienen una feroz vocación, aunque, en mi opinión, el periodismo te elige, no es el periodista el que elige serlo.
Comentas: ‘tal y como pinta el presente, en el futuro no sólo seremos pobres sino pobres también de espíritu’. ¿Qué esperanzas le quedan a este país?
– Estoy convencida de que hay mucha gente que lee y piensa. Las elecciones pasadas me han dado esperanza. Los votantes de Podemos es gente que reflexiona. ¡Ya está bien el bipartidismo y pensar que no podemos, claro que podemos! El eslogan es perfecto.
Has recibido múltiples galardones. ¿Cuál crees que es el gran premio que puede darte la vida?
– Mi premio ha sido escribir, tener lectores y poderme reinventar para seguir comunicándome con ellos.
Texto: Amparo Castelló < Foto: Leila Méndez