Hablamos con la cantaora después de su actuación en el Teatro Real de Madrid, donde presentó su brillante ‘Autorretrato’ entre aplausos y jaleos del público que gritaban “¡Olé, Estrella!”
Estrella Morente es una de las grandes voces del flamenco contemporáneo, una artista que canta, baila, respira… arte. A finales del año pasado, la cantaora granadina lanzó el disco Autorretrato, que ahora presenta en directo por toda España y parte del extranjero. «El público ha recibido este trabajo con mucho respeto y cariño. Producido por mi padre y ligado sentimentalmente a su figura, nunca más tendré un álbum tan especial. Compartirlo con vosotros está siendo una experiencia muy bonita y emotiva», comenta, serena, Estrella.
– ¿Qué te ha aportado Autorretrato?
– Me ha enseñado muchísimo. Para mí ha sido como asistir a la universidad. He estado rodeada de grandes maestros como Michael Nyman, Paco de Lucía y, por supuesto, mi padre. Representa un viaje al interior, un ejercicio de sinceridad conmigo misma y con los que me rodean.

Es un trabajo maravilloso, pero eres una artista tan completa que los discos saben a poco después de verte en concierto…
– ¡Qué bonito! Las grabaciones son consecuencia de mis directos. Soy cantora flamenca, necesito los tablaos y escenarios. Es ahí donde intento defender un arte sincero, auténtico y con alma.
El pasado cinco de marzo actuaste en el Teatro Real de Madrid, donde el público en pie te ovacionó. ¿Qué sentiste al conquistar este auditorio?
– Cantar en un templo de la música con esa acústica y majestuosidad es un sueño, cualquier respuesta que te dé se queda corta. Es muy reconfortante sentir el calor del público.
Te vimos disfrutar muchísimo y nos emocionaste con canciones como ‘Seguirillas de la verdad’ o ‘La Estrella’. ¿Hay algún tema con el que disfrutes especialmente?
– Cada presentación es diferente, depende de los sentimientos del momento y del diálogo que se establece con el público. Unas veces disfruto cantando flamenco puro –que para mí es un deleite y lo que sé hacer– y otras siendo libre recorriendo músicas del mundo. Finalmente, la música es un lenguaje universal y solo hay uno.
Han pasado seis meses desde el lanzamiento del disco del que hablamos, el cual terminaste de grabar en un momento extremadamente difícil para ti. ¿Cómo te encuentras ahora?
– En nuestras vidas ha pasado algo muy trágico que aún no comprendemos. Estamos partidos por la mitad, paralizados. Mi esperanza ahora es mi familia, la música y la confianza en la justicia. Mi padre se fue pero nos dejó un legado maravilloso, unos valores que supo transmitirnos y que son nuestro fundamento. Él tenía esa grandeza y espiritualidad nada exagerada pero sí muy sentida en defensa del arte y los derechos humanos.
Te hemos escuchado decir que el flamenco siempre te acompaña por donde vas. ¿Qué representa para ti el cante?
– Es una forma de vida, me sale del alma y está en todo lo que me rodea. No sé si el día terminará escuchando a Billie Holiday,  Frank Sinatra… pero lo que está claro es que comienza con La Niña de los Peines o Pepe Marchena. Desde que soy pequeña necesito el flamenco para vivir.
Naciste con un don especial para la música, pero ¿cuándo tomaste la decisión de dedicarte a ella profesionalmente?
– Muchas gracias. Mi padre se encontraba de gira con Lagartija Nick, Juan Manuel Cañizares, Isidro Muñoz, entre otros grandes músicos, presentando el disco Omega. Aquel espectáculo tan libre y de público diverso marcó un antes y un después en el flamenco. Me fascinó tanto que decidí que eso era a lo que me quería dedicar.
Ya queremos escuchar el disco ‘El amor brujo’, donde homenajeas a Manuel de Falla junto a la Orquesta Nacional y la dirección de Josep Pons…
– El disco lo he grabado con el prestigioso sello Deutsche Grammophon, pero aún no hemos cerrado la fecha de lanzamiento. Tengo varios proyectos entre manos que hay que programar.
¿Nos podrías adelantar alguno de estos?
– Siento la obligación moral y artística de editar los trabajos que mi padre dejó terminados antes de fallecer. Hay grabaciones, guiones, cortos, bandas sonoras, también discos producidos para mí y mis hermanos… Quiero ser como él, que nunca dejó de crear.
Tu padre fue un gran ejemplo de ética y esfuerzo en el trabajo. Estrella, gracias por tu tiempo.
– …Una semana antes de partir, el maestro Morente estaba en el Museo Reina Sofía cantando frente al Guernica de Pablo Picasso. Él fue, y siempre será, mi mayor referente de integridad y honestidad. Gracias a vosotros.
Estrella habla sobre Madrid…
“Madrid es la Corte, la ciudad de donde es mi madre y donde pasé mis primeros años de vida. Recuerdo los paseos por el Rastro los domingos, el cocido madrileño que preparaba mi abuela, vestirme de chulapa en San Isidro… Y por supuesto su oferta cultural, como los conciertos en el colegio mayor San Juan Evangelista. Llevo a Madrid en el alma”.
Texto: Pablo Noguera > Foto: Javier Cuadrado