El jardín de las delicias se esconde en InterContinental Madrid (Paseo de la Castellana, 49). Para descubrirlo, solo has de atravesar el lobby del que hace un siglo fue el palacio de los duques de Aliaga, y cuando hayas llegado al Bar 49, donde Ava Garnder perdía su mirada taciturna en la copa de un cóctel, debes girar a la izquierda. Entonces, estarás ante el pulmón ajardinado que se abre al cielo de Madrid, a la sombra de palmeras y de las esculturas Art Decó que se colocaron para su gran inauguración, y que hoy cuentan las historias del gran hotel que fue y que es.
InterContinental Madrid celebra la llegada del periodo estival y lo hace dejando florecer su nueva carta de primavera verano. Por su compromiso con la alta gastronomía y con el objetivo de satisfacer las altas expectativas de sus clientes más exigentes. Los de siempre.
Y es que si su restaurante El Jardín es aclamado por algo, es por el buen hacer de los actores que cada día hacen de su profesión un arte reinventando los productos de mercado y diseñado creaciones únicas para el paladar.
Además, la llegada de esta nueva carta lo hace de la mano del nombramiento de su nuevo Chef, Miguel de la Fuente que desde 2011 pertenece al equipo de InterContinental Madrid y ha sido responsable entre otros proyectos gastronómicos del brunch de los domingos.
El nuevo responsable de los fogones del emblemático hotel ha sido también Chef en Bokado, El Gueridón, Basa Kabi y en Belaustegi Baserria Jatexea.En palabras de Miguel de la Fuente, lo que convierte en única la gastronomía de InterContinental es la materia prima y el equipo de profesionales: “buscamos siempre el ingrediente de mayor calidad”.
Sobre el cambio de carta, el recién nombrado chef comenta la importancia de reinventar y sorprender en el diseño de cada referencia. “Tenemos un cliente internacional y debemos estar siempre en continuo aprendizaje. Conocer otras culturas gastronómicas y ponerlas en práctica en nuestras cocinas”.
El nuevo maestro de la cocina de InterContinental es feliz trabajando en verano los tomates que saben a tomate que nos ofrece la tierra, los bonitos del Cantábrico, las piparras frescas para freír en aceite de oliva o compartir unas cerezas. El Cardo en invierno, los guisantes de primavera o trabajar la caza y las setas de otoño.
Sin embargo de esta última carta, si tuviera que elegir algún producto se quedaría con el rapito. “Lo destaco por los recuerdos que me produce cocinarlo, desde que los limpiamos frescos hasta el olor que desprenden los ajos, el vinagre de manzana y el perejil, pasando por las patatas panaderas cocinadas a fuego lento con el vino blanco y el tomilllo.” Además, le traslada a sus inicios en un caserío de Leitza (Navarra) con el chef y amigo Álex Mugica con el que tuvo el placer de coincidir.
Otras de las referencias de esta nueva carta son el Carpaccio de Carabineros, Aceite Tibio de Cardamomo y Ali-Oli de Estragón, la Ensalada de Bogavante o los Chipirones con su Tinta Cortada y Vinagreta Tibia de Tomate Rosa.
Una pinta deliciosa. El restaurante es excelente y sus «bocatas» de calamares un must!
Ñam!
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