La aromaterapia es el arte y la ciencia cuyo fin es explorar los efectos fisiológicos, psicológicos y espirituales de la respuesta individual a extractos aromáticos y observar y hacer relucir el estado de sanación innato en el individuo.
Como una medicina holística, la aromaterapia es a la vez preventiva y activa durante los estados agudos y crónicos de una enfermedad. Es un sistema de tratamiento natural, no invasivo, diseñado para afectar a la persona en su totalidad, no el síntoma o la enfermedad, y asistir a la habilidad natural del cuerpo a equilibrar, regular, sanar, y mantenerse por sí solo, con el uso correcto de los aceites esenciales.
Un aromaterapeuta es la persona que administra a través del sistema olfatorio y la piel los aceites esenciales a su justa medida para afectar a la persona en su totalidad física, psíquica y espiritualmente.
La aromaterapia es una técnica controlada y precisa de utilizar los aceites esenciales para la salud física y emocional obteniendo bienestar”, Valerie Cooksley.
Anatomía y Fisiología del Sistema Olfatorio
Esta vía es la más directa, se trata de inspirar el aceite a través de una inhalación, vapores, difusores, preparados como los pot-pourris etc. Los beneficios del aceite se reciben automáticamente. El sentido del olfato, en los seres humanos, es un sentido rudimentario y muy subjetivo, de difícil estudio por su localización, determina el olor de las sustancias y participa en la esfera afectiva y emocional. En los animales se extiende su función a la esfera del comportamiento sexual y es básico para orientarse. Se localiza en la pitutaria olfatoria. Es un epitelio situado en la parte superior de la mucosa nasal.
Al inspirar las partículas del aceite son esparcidas en el techo de la nariz donde las células receptoras del sistema olfatorio se sitúan (entre las células secretoras de moco y las de sostén).
Para poder determinar un olor; este debe ser volátil, hidrosoluble y liposoluble. Requisitos indispensables para atravesar la capa de moco y estimular los receptores. Estas células olfatorias responden a estímulos químicos con umbral de excitación bajo. Se conocen más de 50 sensaciones olorosas primarias. Se juntan de 25 a 30 axones que se cubren de mielina y forman los filetes olfatorios, estos ascienden atraviesan la lamina cribada del etmoides y confluyen para formar el bulbo olfatorio, de donde sale una banda que termina en el hipocampo del lóbulo temporal.
Cada célula receptora transmite y registra información de los aromas y los envía al área del cerebro llamado Límbico. Este es el área que controla las emociones, el hipotálamo, el sistema endocrino, y la memoria. Al tener esta conexión tan directa (ningún otro sentido lo tiene), sabemos que los principios activos de los aceites despiertan memoria y emociones, es decir, que el sentido del olfato interviene en los estados afectivos y emocionales mediante el reconocimiento de olores. También se complementa con el sentido del gusto y participa en el impulso sexual. También en este proceso los aceites son enviados al pulmón donde toma contacto con la sangre a través del intercambio celular.
Texto: Susana Puchades, profesora de aromaterapia de Vipassana.
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