Con una oferta ininterrumpida de lunes a domingo, El Imparcial contribuye a revitalizar esta zona de Madrid más allá de los fines de semana, impregnándola del aire contemporáneo y cosmopolita que sus promotores ya han conseguido imprimir en sus otros emplazamientos madrileños. Con El Imparcial se actualizan algunos de los ingredientes del éxito precedente de locales como Dray Martina (Argensola, 7) y Maricastaña (Corredera Baja de San Pablo, 12), ya que vuelven a contar con una deslumbrante decoración a cargo del estudio Madrid In Love, así como el apoyo de Mahou Cinco Estrellas.
En la carta destacan las mejores patatas bravas, las croquetas de rabo de toro, el sashimi de salmón noruego con wakame y helado de wasabi, y los tacos de cochinita pilbil con guacamole y lima. Además de la Gran Sala, cuenta con una barra y un reservado. Todos los espacios son susceptibles de ser alquilados para acontecimientos o eventos de carácter privado o institucional.
Uno de las características que define la personalidad es el concepto «Carta Blanca». Bajo esta denominación El Imparcial contará periódicamente con destacados comisarios invitados (artistas, diseñadores e intelectuales) que intervendrán a nivel formal y de contenidos sus diferentes espacios, desde la selección de objetos y de material editorial, pasando por el diseño de carta, lecturas y comisariado de obras y acciones artísticas, entre otras.
Además de las actividades encuadradas bajo ese formato, los espacios de El Imparcial conectarán con eventos relevantes de la agenda local, nacional e internacional. Y en su vocación de profundizar en las relaciones entre las distintas esferas de la creación contemporánea, el equipo de El Imparcial convocará tertulias y encuentros de debate, exposiciones, presentaciones de proyectos culturales y artísticos, talleres, así como una programación audiovisual con piezas de videoarte, películas y cortometrajes.
Además, ofrecen una cita imprescindible para los amantes de la eco-food. La denominación «Mamma Natura» acogerá la «cara verde» del espacio, una reunión de productores, agricultores y consumidores de productos bio que promoverá el descubrimiento y el intercambio.
El Imparcial dispone de una sala anexa abierta y dedicada a vender una cuidada selección de productos culturales y de vanguardia. Desde objetos de diseño industrial, pasando por prendas o accesorios de edición limitada de marcas seleccionadas, música, así como libros y revistas internacionales dedicadas al arte, la fotografía, la literatura y el comic, entre otros.
Además, los amantes de Mahou Cinco Estrellas podrán adquirir piezas únicas de su archivo histórico interpretadas por el artista Juan Gatti para la marca. Más información aquí.
EL EDIFICIO
El edificio de El Imparcial es un palacete que entre los años 1913 y 1933 albergó la redacción del diario del mismo nombre, y que deja entrever aún hoy en sus paredes y techos el aliento artístico e intelectual de aquel Madrid, trasladándolo a nuestros días. El director del periódico El Imparcial, Eduardo Gasset y Artime (abuelo del filósofo español Ortega y Gasset) encargó al prestigioso arquitecto Daniel Zavala uno de los primeros edificoso capaces de albergar la sede de un diario moderno y liberal de la época. La nueva redacción se inauguró el 13 de febrero de 1913. En su redacción se elaboraban «Los Lunes de El Imparcial«, el suplemento cultural en lengua española más importante de la época, y donde colaboraban asiduamente los grandes nombres de la Generación del 98 (Unamuno, Azorín, Baroja, entre otros).
Sin embargo, el periódico sufrió los vaivenes de la época y apenas sobrevivió a los tumultuosos acontecimientos de la España del primer tercio del siglo XX. En el año 1933 el diario cerró, y en su patio se edificó el cine Alba.
Con el paso del tiempo, el edificio cambió de propietarios y pasó a manos de la familia Barragán. En los años 80, el cine Alba pasó a ser una sala X, de las últimas que quedaría abiertas en Madrid. Este cine ha sobrevivido milagrosamente a sucesivos intentos de demolición, gracias al empeño de la familia propietaria, quienes han defendido su valor cultural y desde siempre han tenido en consideración el potencial de ese espacio como centro cultural.
Entre los proyectos de El Imparcial está el de recuperar en un futuro ese espacio, para incorporarlo a su programa de acividades culturales.