Lo imposible se ha convertido en la película revelación del año. Por tercera semana se sitúa en el primer puesto del Box Office, con más de 3,8 millones de espectadores desde su estreno en salas el pasado 11 de octubre. Estas cifras sitúan a la película de J.A. Bayona muy cerca de superar a “Los Otros”, hasta hoy la película española más taquillera de la historia.

Se trata, en todo caso, de un filme con muchos ingredientes para provocar el interés de los espectadores. En primer lugar, porque narra la historia de una de las catástrofes naturales más terribles e impactantes de la historia. En segundo término, porque la historia que cuenta es real: la experiencia vivida por una familia madrileña que consiguió salvarse. Y el tercer ingrediente importante con el que cuenta el film para atraer la expectación del público es el reparto: dos de los actores más conocidos y en boga del momento, Naomi Watts y Ewan McGregor, son los encargados de dar vida al matrimonio español.
“Lo Imposible” es un relato que apela a los sentimientos, al afán de superación y, por qué no decirlo, también a la buena suerte o a algo más cercano al milagro. Bayona propone una primera parte casi sin texto, donde el diálogo y la reflexión son mínimos porque los personajes están en shock, porque la película busca la reproducción del impacto. La importancia del vínculo familiar también está presente durante todo el film.
Además de tener un muy buen guión, hay que destacar la factura técnica. Los efectos especiales son impecables. La utilización de un tanque acuático de grandes dimensiones en los estudios de Ciudad de la Luz en Alicante, han servido para lograr una de las mejores escenas de catástrofes filmadas. La película del director español recrea de forma sobresaliente, y escalofriantemente realista el suceso.
“Lo imposible” es una de película las películas de desastres más realistas a nivel emocional y técnico, une una enorme proeza de realización técnica con una emotiva historia real de supervivencia familiar.