HSM se pone al volante de un Ferrari en el Circuito del Jarama
Aproximadamente dos minutos,  el tiempo  en dar la primera vuelta, es lo que se tarda en convertirse en el hombre o la mujer más feliz del mundo. Existen empresas que tiene el gustazo de hacer realidad los sueños de muchas personas. Porsche, Lamborghini, Ferrari, coches GT de  lujo, que la gente de a pie no tiene oportunidad de conducir todos los días.

A partir de 200.000 euros puedes adquirir el tan mítico rojo Ferrari, pero si no te llega el presupuesto no te preocupes, hay muchas compañías que pone el sueño de tu vida al alcance de tus manos por sólo 100 euros la vuelta en Porche o 129 en un Ferrari, que alcanza los 320 km hora.
A las afueras de Madrid capital, encontramos aeródromos como el Circuito del Jarama, uno de los más míticos y antiguos. Dispone  de 3.850 metros de recorrido con doce metros de ancho, con pendientes de subida y bajada, curvas peraltadas, instalaciones amplias, zona de aparcamiento y bastantes boxes.
El circuito dejo de usarse para Fórmula en 1981 y ahora, es alquilado para distintos eventos a lo largo de todo el año; pruebas dinámicas, grabaciones de anuncios, cursos de conducción del RACE.
Estos negocios, te dejan el vehículo que tú elijas para descargar toda la adrenalina con la máxima velocidad. Siempre se va acompañado de un instructor, cuyo curriculum es su palmarés, ya que todos son pilotos experimentados. Ellos son los encargados de hacer que tú exprimas al máximo  lo mejor de la experiencia. “Dale gas, frena, ábrete en la curva”, gritan sin cesar desde  la posición de copiloto, mientras tú eres quien lleva la batuta en esa carrera, la tuya propia.
Los coches no están capados ni están adaptados para que alguien sin previos conocimientos pueda conducirlo. A la llegada al circuito a todos los usuarios se les hace un pequeño briefing explicándole las características técnicas de los diversos modelos, así como consejos y pequeños trucos para que  la conducción sea más apasionante y divertida. Un dato importante es que los cambios son secuenciales por lo que hay que prestar mucha atención, ya que su manejo difiere bastante del de un automóvil convencional.
Puedes ir acompañado hasta la zona de boxes con familiares y amigos, que también serán bien recibidos y agasajados con un pequeño picnic. Seguro que ellos también lo pasarán genial viendo tu cara de alegría al dejar el volante. ¡Eso sí! ve convencido de que no te lo puedes llevar a casa.
Once curvas y una recta increíble, donde las emociones fuertes y la diversión están 100×100 garantizadas.
 
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