Ubicado en la calle Gravina 12, en pleno corazón del madrileño distrito de Chueca-Justicia, dos emprendedores madrileños han puesto en marcha Socks Market, el primer espacio de España dedicado en exclusiva a los calcetines. Productos de la máxima calidad tanto de jóvenes empresas, como de marcas de reconocido prestigio, conviven bajo el denominador común de la apuesta por el talento español y el mejor diseño.
Cada vez son más las marcas, diseñadores y consumidores que apuestan por hacer del calcetín un elemento clave a la hora de diseñar un look y, sin embargo, a diferencia de otras grandes capitales europeas como Londres o París, España no contaba, hasta la llegada de Socks Market, con un establecimiento específico donde poder encontrar reunidos los principales productos, marcas y tendencias del sector.
Situado en un pequeño local histórico de la Calle Gravina 12, semiesquina con la Plaza de Chueca, entre los casi mil modelos diferentes de calcetines de Socks Market se apuesta de manera decidida por el mejor diseño y el talento español reservando hasta un 80% de su espacio a marcas de origen nacional; Sockaholic, Mr. Fleming, Socketines, Hop Socks, Jimmy Lion, Sock´m, Thunders Love, Mr. López, Carrot fits, Parachanclas, Rawsoxltd, Lemonuts, Pacific and Co… y así hasta más de treinta marcas nacionales cuidadosamente seleccionadas que conviven con marcas internacionales como las estadounidenses Stance, Huf o Sock It to me, las británicas The London Sock Company o United Oddsocks, la francesa Bonne Maison o la alemana Wigglesteps, entre otras.
No, los calcetines ya no son el patito feo del estilo, esa aburrida pero necesaria prenda. Este complemento, de lo más cotidiano, es ahora un accesorio de moda de primer orden. El calcetín ha cobrado tanto protagonismo que ya no es extraño que todo un outfit se construya entorno a los calcetines. No hay más que echar un vistazo a cualquier revista de moda, femenina o masculina, o a las redes sociales, para darse cuenta de que los calcetines están de moda.
Tengo una buena idea antigua pero que ahora en tiempo de crisis nos vendría bien. Y desarrollarla con alguien que pueda permitirse poner el capital y formar así una bonita microempresa dirigida a todo público.