Las dos plazas que franquean la entrada de La Moraleja se han convertido en una de las mayores concentraciones de restaurantes por metro cuadrado en Madrid. Los hay de todo tipo de cocinas, de distintos ambientes, para tomar copas o para ir con niños. Pero no había hasta ahora ninguno consagrado al helado artesano. Café Pino, que fue uno de los primeros negocios hosteleros que abrió en la zona hace casi una década, vuelve a tomar la iniciativa inaugurando en el local contiguo un puesto de helados y softs Premium para disfrutar en casa, por la calle o en la coqueta terraza de Café Pino: un pequeño oasis de vegetación, protegido del calor estival por toldos y paredes abatibles de cristal. Ingredientes 100 % naturales sin aditivos ni potenciadores artificiales, la precisión en las mezclas de un experto maestro heladero y un novedoso sistema de conservación del frío marcan la diferencia en Gelati Pino.
Del helado artesano tradicional (el de bola) Gelati Pino cuenta con más de veinte sabores para todos los gustos y preferencias: los hay clásicos, como el de vainilla, chocolate, turrón, frambuesa o limón; para golosos incorregibles, como el de Rocher, leche merengada, dulce de leche o American Cookies; de lo más refrescantes, como el de menta y chocolate o el de mango y originales propuestas como el de yogur búlgaro, el de café arábica, el de violeta o el de frutos rojos que además de ser diurético no lleva azúcar. Una gama que se completa con cuatro variedades (vainilla, chocolate, yogurt y Light) de helados soft Premium, de textura cremosa, con menos frío y sin nada de química en su composición.
Y es que todos los helados se elaboran con ingredientes naturales y de la mejor calidad. Con piezas frescas los de frutas, con vainas enteras de Madagascar el de vainilla o con cacao rojo de la máxima pureza el de chocolate.
EL SECRETO ESTÁ EN LA PRECISIÓN
Además de la materia prima un buen helado casero requiere de una precisión milimétrica a la hora de medir las cantidades, mezclar y pasteurizar durante el tiempo justo para no mermar las propiedades organolépticas de cada componente. Por eso Café Pino ha fichado para su nuevo proyecto a un experto maestro heladero argentino, heredero del savoir faire de una familia con tradición heladera y profesional dedicado al oficio desde hace más de dos décadas.
Precisión en las recetas pero también en el servicio. Para que no pierdan sus propiedades y mantenga su textura óptima cuentan con un mueble expositor fabricado a medida para local en Italia que integra bancos de tubos (llamados pozzetti) de frío estático. Esto es, que conservan la temperatura no solo por abajo sino también en la parte superior que se muestra al público.
Precios:
– Cucurucho o tarrina medianos: 2,50 €
– Cucurucho o tarrina grandes: 4,50 €
– Tarrina de ½ litro: 10 €
Horario: de lunes a domingo de 12:00 h. a 24:00 h.
Dirección: Estafeta, 2. Plaza de la Fuente. La Moraleja.
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