Túnez es un país hermoso, un país con todo el encanto de los pueblos mediterráneos y a su vez con una cultura propia; con su zoco tunecino, su producción artesanal como las joyas de coral de Tabarka. Sus productos bereberes (tapices, joyas de plata), su cerámica, sus alfombras y kilims. Perfumes, calzados, mosaicos, artículos de madera y metal, por no hablar de la gastronomía local… Así como los camellos de peluche que son el souvenir más comprado en este país. Túnez es un rincón que tiene maravillas que dar al turista y que, no obstante, en los últimos años se estaba convirtiendo en un destino para turistas más solicitado. Tras el atentado terrorista ocurrido hace unos días, el temor también afecta al turismo, ¿dejaran de visitar este rincón en proceso de democratización los visitantes de todos los lugares del planeta? Es necesario mostrar la solidaridad con el pueblo tunecino, y en apoyo de la paz internacional no parar de hacer nuestros planes y seguir apuntando en nuestra libreta Túnez como país que conocer.
Cómo es Túnez
Túnez es un país que se ha ido abriendo al mundo. Túnez es el país donde comenzó la primavera árabe en diciembre de 2010, y que se fue convirtiendo con el paso del tiempo en uno de los centros de peregrinación de bohemios y de una comunidad de artistas de diversos campos: escritores, pintores, poetas… Llegó un clérigo musulmán al que todos sus fieles empezaron a conocer con el nombre de Sidi (señor) y toda esa comunidad de artistas llegó también… y el lugar solitario que este hombre escogió para sus oraciones no ha cambiado demasiado porque aun hoy es sinónimo de peregrinación para quienes quieren encontrar algo de paz.
La verdad es que Túnez es, sin lugar a dudas, un país muy mediterráneo y como todos los rincones que vuelcan sus pueblos hacia este mar en teoría calmo, tienen elementos en común como son: su buena comida, su tranquilidad, incluso las viviendas blancas con ventanales azules que los decoran y que parecen combinar a la perfección con la vida entre el mar y la costa.
Existen en Túnez pueblos maravillosos como Sidi Boud Said. No podemos olvidarnos de los espejismos reales, y es que en medio del desierto del Sahara surjen plantaciones de palmeras llenas de dátiles, así como el recorrido que lleva a los oasis de montaña de Chebika, Tamerza y Midés.
Algunas playas como las de la ciudad de Madhia, que se convierten en un centro muy turístico durante el verano. Las playas de Hammamet que son las más conocidas de Túnez, localizadas a 60 minutos de la capital. Estas playas son el símbolos del descanso en Túnez: «Es aquí donde el mar, cielo, sol, palmeras y naranjas combinan sus encantos para recrear la imagen que muchos tienen hoy en día del destino ideal para las vacaciones», según dicen desde la oficina de turismo de Túnez. Hammamet ha sido elegido por nobles huéspedes como Winston Churchill, Óscar Wilde o Sofía Loren, entre otros. Además este rincón está concienciado con el medio ambiente: una ley de urbanismo exige que los hoteles no tengan más altura que las palmeras y cipreses de la zona. Túnez, en relación a esto último, es un lugar perfectamente indicado para el turismo de salud o medicinal.
También son recomendables las playas de Monastir o las de Sfax. Y tampoco pueden dejar de visitarse las playas de Túnez capital. Como lugares de interés en cuanto a las propias ciudades, está la ciudad sagrada de Kaivouan; los laberintos de Tamazret: la ciudad más olvida y famosa del sur de Túnez. Como sitios emblemáticos nos encontramos con el Café des Nattes, célebre café también conocido como el Café de las Esferas. También citaremos las ruinas de Cártago (Patrimonio de la Humanidad), las colinas de Byrsa, la Catedral de ST Louis o las termas de Antonio.