El director de Gamma Heart defiende la presencia de la música y el arte en la vida

Todos los lunes a las 21:15 horas el Teatro El Sol de York (Arapiles, 16) acogerá un espectáculo diferente con artistas de primer nivel y espectáculos de calidad a precios de los tiempos que nos toca vivir para que el arte, los artistas y sobre todo la música siga más viva que nunca.
Emilio González Sanz, director del Festival Gamma Heart. Mvsica y Arte para la Nueva Era, nos habla de ello.
– El festival se llama Gamma Heart. Mvsica y Arte para la Nueva Era. ¿Por qué este nombre?
– Buscaba un nombre que contuviera en sí mismo el concepto de fluidez, infinitud, espiritualidad y universalidad que la música como lenguaje y el arte encierran y atesoran como el más poderoso vehículo de transmisión de sentimientos para llegar al corazón. En la búsqueda pasé por el principio y el final, alfa y omega… y llegué al corazón de gamma, Gamma Heart.
– ¿Cómo surgió este proyecto?
– Gamma Heart, Mvsica y Arte para la Nueva Era nace con la necesidad subyacente del arte por sobrevivir y seguir siendo el alimento del alma y del espíritu, tan importante y necesario en cualquier época, sociedad o civilización. Hace tiempo que busco cómo acercar la música y el arte para que se conviertan en una nueva manera de disfrutar y redescubrir ese mensaje. Esta idea fue la que impulsó la gestación de este I Festival Gamma Heart.
– Viendo la programación, ¿dirías que se trata de un festival de música clásica?
– Gamma heart es un festival de música y arte,aunque, sin duda, la música es su columna vertebral. Ésta se mezcla y se fusiona dentro de la programación con otras artes como la danza, la poesía, el teatro y hasta la magia. Así, podemos destacar la presencia y variedad de estilos tan diferentes como el lirismo del cantautor Elies Monxolí en ‘La Luz de Itaca’ o la voz y los instrumentos ancestrales de Brahonain en ‘Ahimsa’ -en la foto- (Actuación: 17 de marzo a las 21:15 horas en El Sol de York).

– ¿Con cuánta financiación pública cuenta el festival?
– Actualmente el Festival Gamma Heart no cuenta con ningún tipo de financiación pública.
– Comparando los precios de entrada para el cine o el teatro, ¿qué política tiene el festival?
– Desde su creación en Gamma Heart hemos adaptado los precios al momento actual de forma que nadie se quede sin poder disfrutar de la cultura viva. Nuestras entradas van desde 3 euros (para desempleados), 5 euros (gallinero), 10 euros (para estudiantes y anticipada) y 15 euros en taquilla. También ofrecemos la posibilidad de adquirir un abono de 4 espectáculos por 32 euros así como promociones especiales para los seguidores del festival.
– ¿Cómo ves el futuro del festival ahora con la privatización de la cultura en Madrid? ¿Crees que la privatización de la cultura es un error o una oportunidad?
– La privatización de la cultura va en contra de la filosofía del festival y creo, de cualquier profesional que se encargue de programación y gestión cultural. Si los acontecimientos siguen el curso que se está planteando con el Teatro Fernán Gómez, por ejemplo, tarde o temprano llegará a otros espacios y corremos el peligro de estar en manos de personas sin la experiencia y la sensibilidad necesarias para no perder lo esencial del desarrollo cultural de cualquier país. Si llegamos a que el beneficio económico sea lo importante, estaremos absolutamente perdidos… ¡ojalá no suceda!
– ¿Qué programación está prevista para los próximo meses?
– Continuaremos en la misma línea. Conciertos y espectáculos siempre de primer nivel con la música como hilo conductor, desde la clásica más pura hasta las nuevas creaciones. Tendremos copla, danza oriental, jazz, música de nueva creación performativa para coro… entre otros.
– Si tuvieras un deseo para el festival, ¿cuál sería?
– Que tuviera una vida larga y saludable, para que la música y el arte estuvieran un poquito más cerca de más gente compartiendo y viviendo lo maravilloso de las emociones del directo. También, que sirviera de inspiración para muchos artistas, para que encontraran en él un espacio donde poder proyectar su creatividad e imaginación.
Texto: Maike Bosselmann