El sumiller Juan Muñoz lo tiene claro: ir a un restaurante elegante, pedir un plato de pescado o carne y de bebida una cerveza es igual de chic que pedir vino blanco o tinto.
Desterrando los tópicos, Muñoz y el chef Ángel León demostraron ayer en el Cheese Bar de Madrid la fantástica armonía que puede establecerse entre un queso y el caldo de oro. Mediante una ‘cata’ los invitados pudieron disfrutar de cinco variedades de queso y cerveza que encajaban a la perfección logrando explosiones de sabor en el paladar.
Bajo el lema La cerveza… ¡que te la den con queso! de Cerveceros de España, Muñoz descubrió a los asistentes las claves para presentar de forma correcta una cerveza: en copa de cristal fino, servir a una inclinación de 45 grados y dejar siempre dos dedos de espuma, porque es en ella «donde se concentra todo el sabor y aroma», aseguraron.
Así, al igual que al buen vino, está permitido oxigenarla para experimentar su olor afrutado, floral o amargo… No obstante, cuenta con la ventaja de que puede pedirse en botella, jarra o copa «a gusto del consumidor» y con su particularidad saludable. «La cerveza es buena para la salud porque cuenta con propiedades antioxidantes. Además, cuenta con muy pocas calorías», afirmaron.
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