Villa Verbena, cuyo nombre hace referencia al carácter alegre y festivo que tendrá el espacio, es el resultado de la unión entre The Hat Madrid y el grupo Triciclo, dos de los sellos hosteleros que en los últimos años han devuelto el centro de la capital a los madrileños gracias a una filosofía común: la de crear espacios diferenciales, honestos y con alma.

Bajo esta misma premisa, la sociedad –una de las tres ganadoras de las concesiones otorgadas recientemente por el Ayuntamiento de Madrid para gestionar los populares quioscos que rodean el lago de la Casa de Campo– busca revitalizar, todos los días de la semana y a todas horas, la que consideran «una de las zonas más bonitas y naturales de Madrid» a través de una cuidada puesta en escena, un ambiente distendido y una propuesta gastronómica de envergadura que funcionará a mediodía y por la noche, con opción también de disfrutar del desayuno, el vermú, el tardeo y las primeras copas nocturnas a base de cócteles, combinados y buena música.

Villa Verbena está situada a orillas del modernizado Lago de la Casa de Campo y ocupa un total de 600 m2 entre una terraza al aire libre y un cenador cubierto de cristal que abrirá todo el año y desde el que también se puede disfrutar de las privilegiadas vistas al estanque y al skyline capitalino, con el Palacio Real, la catedral de la Almudena o el edificio España como el telón de fondo; un paisaje digno del neoyorquino Central Park, pero en Madrid. En total, cuando las actuales restricciones cesen, el establecimiento tendrá 400 asientos que podrán ocuparse desde las 9 de mañana para desayunos, aperitivos, comidas, cenas y copas de tarde o de noche, una vez se inaugure el pabellón climatizado.

La oferta gastronómica está diseñada por Javier Mayor, Javier Goya y David Alfonso y sigue la estela de sus otras enseñas a través de un producto de primerísima categoría que tratan con brillante sencillez y en clave contemporánea. La carta, a medio camino entre el casticismo de La Elisa y la querencia a la brasa de Súa, incluye, para empezar, ostras normandas aliñadas o al natural; terrina de foie casero con tostadas y manzana; ensaladilla de escabeche casero de bonito y salazones; alcachofas frescas o tomate «del bueno» aliñados; croquetas caseras de jamón; txistorra de Arbizu o morcilla artesana de arroz a la brasa; torreznos crujientes con revolconas; callos a la madrileña; rossejat de marisco; pochas con bacalao y su pil pil y canelón de rabo con salsa de setas y pecorino trufado, entre otras propuestas.

Para continuar, ofrecen fresquísimos pescados del día y carnes de Discarlux (lomo de vaca, entraña, chuleta, tuétano y vacío) a la parrilla vista con guarnición. Y para finalizar, hay postres caseros como arroz con leche estilo asturiano, tarta de queso con toque de queso azul, chocolate con pan y AOVE o fresón de Aranjuez con nata, naranja y albahaca.

Casi todos los platos son aptos para compartirse, pueden pedirse también en media ración y existe un apartado de cocina non stop que incluye la mayoría de los entrantes de la carta de restaurante y algún plato más como pincho de tortilla, matrimonio de anchoa y boquerón o patatas bravas con alioli de ajo asado.

Con todo, la oferta de Villa Verbena se adapta a todo tipo de momentos, días de la semana, horarios y ocasiones: permite comer en mesa baja con la formalidad del mantel o en plan informal en mesas altas, tomar el vermú en familia, picotear entre horas, alargar la sobremesa hasta el atardecer con cócteles, copas y música y continuar la velada de noche, ya que, mientras el tiempo y las circunstancias lo permitan, abrirá hasta las 00:00 h de lunes a jueves y de 2:00 h los fines de semana.

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